¿Cuánto tiempo necesitan los estados más pobres de México para ‘alcanzar’ a los ricos?
El secretario de hacienda, Arturo Herrera, aseguró el viernes pasado en un evento público que en el fondo de un probable pacto fiscal está la aspiración de equidad en México, ya que aseguró que no puede permitirse la desigualdad, refiriéndose a la posibilidad de una Convención Nacional Hacendaria, a la que de plano le dio nulas posibilidades de que suceda antes de las elecciones intermedias federales y en varios estados del año siguiente.
Para finalizar, el titular de las finanzas públicas dejó sobre la mesa un comparativo que muestra en toda su crudeza la enorme desigualdad e inequidad entre estados del país. Herrera aseguró que, por ejemplo, al estado de Oaxaca le tomaría 180 años tener la misma riqueza que el estado de Nuevo León, asumiendo que la entidad norteña no crezca más y la del sur lo haga constantemente a la tasa promedio del país en la última década.
La comparación es real pero no deja de ser dramática, llama la atención que un secretario de hacienda ponga este tipo de ejemplos, es verdaderamente inusual, pero ojalá se hagan más seguido porque es una de las mejores formas de ilustrar la magnitud de un problema como el de la desigualdad que vive México.
En efecto, estados como Oaxaca son tan pobres que necesitan décadas y generaciones enteras para alcanzar los actuales niveles de riqueza de otros estados, lo que deja en claro que el problema de la desigualdad es muy profundo en México, mucho más de lo que la mayoría suponemos.
Pero Oaxaca no es la entidad más pobre de México y Nuevo León tampoco la de mayor riqueza en México, si seguimos el mismo método de análisis del secretario de Hacienda (suponemos que así lo hizo), las cifras que obtenemos para Oaxaca y otros estados, son para destruir al más optimista.
Desigualdad medida en siglos
El método de análisis y comparación consiste en obtener a partir de la cifra del PIB de cada estado el crecimiento que debe tener, también en cifras absolutas, si crece, valga la redundancia, a una tasa promedio anual de 3 por ciento, que es lo que ha crecido la economía mexicana en la última década.
Esta cifra simplemente la usamos para dividirla con el PIB del estado más rico, a partir de ahí obtenemos los años necesarios para que un crecimiento constante lleve al mismo nivel de riqueza acumulada, considerando que todo permanezca estático.
Desde luego las cifras del secretario de Hacienda son y serán siempre más certeras, pero en un análisis propio obtuvimos resultados muy similares en el caso de Oaxaca. Con el mismo método calculamos lo que sucedería en otros casos, estos son los resultados.
En nuestro ejercicio, el estado de Oaxaca tardaría 172 años en llegar al nivel de riqueza de Nuevo León, 160 años para igualar el PIB o valor del estado de Jalisco, prácticamente 209 años para lograr la riqueza que hoy tiene el Estado de México y… ¡410 años! si quiere aspirar a lograr el PIB de la Ciudad de México.
Siempre en la hipótesis de que las cuatro entidades más grandes del país, medido en cifras económicas, ya no crezcan más, y Oaxaca lo haga constantemente todo el tiempo señalado.
Pero le decíamos que Oaxaca no es la entidad más pobre del país. El estado más pobre de México es Tlaxcala, y para que esta entidad lograra el PIB de Nuevo León requeriría de 443 años. Serían necesarios 414 años si quiere igualar a Jalisco; para estar en el nivel del Estado de México serian necesarios casi 539 años y si desea tener el mismo tamaño actual de la economía de la Ciudad de México tendría que pasar más de un milenio, necesitaría 1,058 años.
Estos ejemplos, desde luego, son absolutamente hipotéticos y hasta cierto punto ociosos, porque es algo que nunca sucederá. Sería imposible que una economía estatal deje de crecer y que otra lo haga constantemente por décadas, siglos e incluso milenios para alcanzarla.
Pero ya que el secretario dio la pauta, son ejercicios que sirven para medir la magnitud de la desigualdad en un país como el nuestro, y es enorme.
Por años se ha señalado que el país está dividido económicamente hablando, que existen al menos tres Méxicos.
Uno de ellos es el que es altamente industrializado e incluso es capaz de competir a nivel global con otras economías. Desde luego su riqueza o valor del PIB es el mejor del país; luego sigue el México medianamente industrializado, con oportunidades, pero también con atrasos, su riqueza no es la mejor pero como decimos coloquialmente “se defiende”.
Por último, está el México pobre, rural o de actividades primarias primordiales (agricultura, pesca, caza, etc), poco o nulamente industrializado, con un nivel de riqueza mucho muy inferior a los de otros estados, Oaxaca, Tlaxcala, Chiapas, Colima o Morelos, por mencionar algunos ejemplos.
Por cierto, nuestro ejercicio lo realizamos con base en el PIB estatal a precios de 2018 base 2013, de ahí las seguras diferencias con las que maneja el secretario de hacienda.